viernes, 2 de octubre de 2015

Emil Cioran: sigue tu camino

John Atkinson Grimshaw. The Lady of Shalott (1878).
   Pilota tu nave sobre las olas de la apariencia y no te rebajes a ser un mensajero de los estratos ocultos. La irrealidad es la misma. Estés en la superficie del mar o en las profundidades, no sabrás más en ningún lugar que en aquel donde te halles. Y no te encuentras en ninguna parte porque el ninguna-parte es la vasta inmensidad del en-todas-partes.
   Soñar no resulta más engañoso que los rescoldos del sueño o que la penosa tarea de la vida diaria. Soñamos siempre. Las impalpables visiones de la noche, ¿cómo podrían tener celos de los espectros que propalan las disputas de los mortales? Las casas del mundo rivalizan sobre cuál tiene más alucinaciones.
   De tanto alimentar pasiones en un universo fantasmagórico, el hombre se ha hecho acreedor de su fama.
   Sin embargo, tú sigue tu camino y, como un sol escéptico, ilumínalo con los rayos de tu cólera pensadora.


Emil Cioran. El breviario de los vencidos (1991).

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