Gustave Caillebotte. Rising Road (1881). |
Escúcheme. A lo largo de mi existencia he sufrido mucho;
tanto que, al recordarlo, me da vértigo, y solo ahora he comprendido, con el
cerebro y con el alma dolorida, que el destino del hombre no es nada o es amar
al prójimo hasta la abnegación y el autosacrificio. ¡Ese es el sendero que
hemos de seguir, ese es nuestro destino! Y esa es mi religión.
Antón Chéjov. Relato de un desconocido (1893).