viernes, 26 de julio de 2013

Rubén Darío: amaba Blas a Ana, Ana a Blas

Serguei Solomko. Declaración de amor.
La Habana aclamaba a Ana, la dama más agarbada, más afamada. Amaba a Ana Blas, galán asaz cabal, tal amaba Chactas a Atala.
   Ya pasaban largas albas para Ana, para Blas; mas nada alcanzaban. Casar trataban; mas hallaban avaras a las hadas, para dar grata andanza a tal plan.
   La plaza, llamada Armas, daba casa a la dama; Blas la hablaba cada mañana; mas la mamá, llamada Marta Albar, nada alcanzaba. La tal mamá trataba jamás casar a Ana hasta hallar gran galán, casa alta, ancha arca para apañar larga plata, para agarrar adahalas. ¡Bravas agallas! ¿Mas bastaba tal cábala? Nada ¡ca! ¡nada basta a tajar la llamada aflamada!
   Ana alzaba la cama al aclarar; Blas la hallaba ya parada a la bajada. Las gradas callaban las alharacas adaptadas a almas tan abrasadas. Allá, halagadas faz a faz, pactaban hasta la parca amar Blas a Ana, Ana a Blas. ¡Ah ráfagas claras bajadas a las almas arrastradas a amar! Gratas pasan para apalambrarlas más, para clavar la azagaya al alma. ¡Ya nada habrá capaz a arrancarla!

Rubén Darío. Amar hasta fracasar.

3 comentarios:

  1. Pero qué difícil!! Todo con la "A" He mirado y remirado pero no he visto ninguna otra vocal, si no me equivoco. Creo que no podría hacer eso nunca, jejeje.

    Besitos =)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo no sé si podría hacerlo. Supongo que en algún momento haré el intento.
      Un beso. :)

      Eliminar
    2. Vaya pasada! Labra cada palabra hasta la calma pasada a ráfagas, llamaradas...acaba la mala racha,

      Eliminar