Pierre-Auguste Renoir. La pareja del paseo en barco (1881). |
Antes de irse le
pidió que se casara con él en el otoño. Delia no dijo nada, se puso a mirar el
suelo como si buscara una hormiga en la sala. Nunca habían hablado de eso,
Delia parecía querer habituarse y pensar antes de contestarle. Después lo miró
brillantemente, irguiéndose de golpe. Estaba hermosa, le temblaba un poco la boca.
Hizo un gesto como para abrir una puertecita en el aire, un ademán casi mágico.
—Entonces sos mi
novio —dijo—. Qué distinto me parecés, qué cambiado.
Julio Cortázar. Circe (1951).
A mí me transmite la idea de inocencia. Me parece hermoso, aunque habría que leer el cuento entero para ver si realmente es así o esconde algo más sombrío.
ResponderEliminarLa pintura me gusta mucho, la muchacha parece tan inocente.. muy bonita.
Un beso =)
Creo que este fragmento es el momento más "dulce" del relato, pues la historia se desarrolla en un contexto algo sombrío. :)
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