Jacek Malczewski. Destino (1917). |
Una de las escuelas de Tlön llega a negar el tiempo:
razona que el presente es indefinido, que el futuro no tiene realidad sino como
esperanza presente, que el pasado no tiene realidad sino como recuerdo
presente. Otra escuela declara que ha transcurrido ya todo el tiempo y que
nuestra vida es apenas el recuerdo o reflejo crepuscular, y sin duda falseado y
mutilado, de un proceso irrecuperable. Otra, que la historia del universo —y en
ella nuestras vidas y el más tenue detalle de nuestras vidas— es la escritura
que produce un dios subalterno para entenderse con un demonio. Otra, que el
universo es comparable a esas criptografías en las que no valen todos los
símbolos y que solo es verdad lo que sucede cada trescientas noches. Otra, que
mientras dormimos aquí, estamos despiertos en otro lado y que así cada hombre
es dos hombres.
Jorge Luis Borges. Tlön, Uqbar, Orbis Tertius (1944).
"Otra, que mientras dormimos aquí, estamos despiertos en otro lado y que así cada hombre es dos hombres." ¡Qué interesante! Si fuese eso posible, y cuando dormimos estuviésemos despiertos en otro lado, en otra ciudad, tal vez fuese una idea genial, así podríamos conocer otros lugares y otras culturas con otras personas y otras comidas. Aunque el asunto no tendría ninguna gracia si cada persona actúa por separado y no puede recordar la una lo que hace la otra.
ResponderEliminarMe ha parecido curioso. Para mí, horrible la pintura con todos esos esqueletos, jejeje. =P
Besitos =)
Elegí esa pintura porque me pareció que de alguna forma graficaba la idea del "presente indefinido" que menciona el texto. :)
EliminarEste relato es muy interesante por las posturas que propone.
Un beso.