jueves, 31 de octubre de 2013

Nietzsche: la máquina

Remedios Varo. Bordando el manto terrestre (1961).
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Cómo humilla la máquina.—La máquina es impersonal, arrebata al trabajo ese orgullo, esas cualidades y esos defectos individuales que caracterizan a todo trabajo no mecanizado. Se le quita, en suma, al trabajo una parte de humanidad. Antiguamente, comprar a un artesano era concede una distinción a una persona, con cuyas marcas nos rodeábamos; de este modo, los objetos de uso diario y las prendas de vestir se convertían en una especie de símbolo de estimación mutua y de homogeneidad personal, mientras que hoy parece que vivimos solo en medio de una esclavitud anónima e impersonal. No hay que pagar demasiado caras las facilidades del trabajo.


Friedrich Nietzsche. El caminante y su sombra (1880).

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