sábado, 14 de julio de 2012

Gore Vidal: lo que son los galos


Estatua de mármol del emperador Juliano. Siglo IV. Museo de Louvre.

Mientras me despedía de unos y otros noté que se había reunido una gran multitud en las arcadas que rodean la plaza. Al reconocerme, se acercaron. Con rapidez mis guardias sacaron las espadas y me envolvieron en un cerco. Pero la multitud no era hostil. En su mayor parte estaba compuesta por mujeres con sus hijos. Imploraban para que no mandase a sus esposos al extranjero. Una mujer levantó ante mí un niño como una flameante bandera: <<¡No alejéis a su padre! ¡Él es todo lo que tenemos!>>.
   Otras gritaron: <<¡Lo habéis prometido, César! ¡Lo habéis prometido!>>.
   Me volví, incapaz de soportar sus llantos. En la puerta del palacio, Decencio conversaba enfrascado con el agente secreto Gaudencio. Se separaron cuando yo me aproximé.
    —Un viejo amigo —dijo Decencio.
   —Estoy seguro de ello —dije cortante. Señalé a la multitud—. ¿Los oís?
   Decencio me miró inexpresivo por un momento. Luego miró hacia la plaza.
   —Oh, sí. Es muy común en las provincias. Las mujeres siempre se quejan cuando se aleja a los hombres. Cuando hayáis estado en el ejército tanto tiempo como yo, ni lo notaréis.
  —Temo que me resultará difícil no notarlo. Como veis, les he prometido…
   Pero Decencio ya había oído lo suficiente sobre mi famosa promesa.
   —Mi querido César —dijo con tono paternal—, cuando vuelva el calor estas mujeres ya habrán hallado a un nuevo hombre. Son animales. Nada más.

Gore Vidal. Juliano el apóstata (1964).

2 comentarios:

  1. Fragmento magnífico de uno de mis autores favoritos, la forma que tiene re reflejar entornos y diálogos provoca una cercanía ajena a la sensación de estar viendo una película en la que tantas veces cae la novela histórica.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que ésta es una de las novelas menos pesadas que he leído en toda mi vida. Atrapa la atención del lector desde el primer momento y es difícil tomar la decisión de hacer una pausa. Remite fácilmente a la imaginación a aquellas épocas narradas en las páginas.

      Saludos.

      Eliminar