martes, 30 de abril de 2013

Sabato: el arte y el sueño

Remedios Varo. Tres destinos (1956).

   Usted ha dicho a menudo que el arte y el sueño tienen parentesco.
   Claro, al menos en el primer momento. En el momento en que el artista se sumerge en el inconsciente, como cuando te dormís. Pero luego sucede un segundo momento, que es de expresión, observá bien: de ex-presión, de presión hacia fuera. Por eso el arte es liberador y el sueño no, porque el sueño no sale. El arte sí, es un lenguaje, un intento de comunicación con otros. Gritás tus obsesiones a otros, aunque sea con símbolos. Lo que pasa es que ya estás despierto y a esos símbolos se mezclan entonces lecturas, ideas, voluntad creadora, espíritu crítico. Ahí es cuando el arte se diferencia radicalmente del sueño. ¿Comprendés? Pero no podés hacer arte en serio sin esa sumersión inicial en el inconsciente. Por eso es ridículo lo que proponen esos tontos: el deber de un arte nacional y popular. Como si antes de dormirte te dijeras: bueno, ahora a tener sueños nacionales y populares.
   Silvia se rió.

Ernesto Sabato. Abaddón el exterminador (1974).

3 comentarios:

  1. "Por eso el arte es liberador y el sueño no, porque el sueño no sale." "Gritás tus obsesiones a otros, aunque sea con símbolos" Por una vez, puede que Sabato tenga razón. En el arte de escribir muchos gritan sus obsesiones a otros y aunque esos otros tal vez no los lleguen a comprender en su totalidad estos muchos se liberan.
    Tenía que ser de Abaddón el exterminador el fragmento... =P

    Un besito =)

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    1. El fragmento es parte de un capítulo en el que Sabato, como personaje de su misma novela, da sus impresiones acerca del arte. Es muy interesante. :)

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  2. Sí, cómo si eso fuese tan fácil.

    Abrazos

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