domingo, 5 de agosto de 2012

Sabato: el tormento de los celos

Remedios Varo. Abut.

DESPUÉS de este inmenso tiempo de mares y túneles, bajaron por la escalinata. Cuando los vi del brazo, sentí que mi corazón se hacía duro y frío como un pedazo de hielo.
   Bajaron lentamente, como quienes no tienen ningún apuro. «¿Apuro de qué?», pensé con amargura. Y sin embargo, ella sabía que yo la necesitaba, que esa tarde la había esperado, que habría sufrido horriblemente cada uno de los minutos de inútil espera. Y sin embargo, ella sabía que en ese mismo momento en que gozaba en calma yo estaría atormentado en un minucioso infierno de razonamientos, de imaginaciones. ¡Qué implacable, qué fría, qué inmunda bestia puede haber agazapada en el corazón de la mujer más frágil! Ella podía mirar el cielo tormentoso como lo hacía en ese momento y caminar del brazo de él (¡del brazo de ese grotesco individuo!), caminar lentamente del brazo de él por el parque, aspirar sensualmente el olor de las flores, sentarse a su lado sobre la hierba; y no obstante, sabiendo que en ese mismo instante yo, que la habría esperado en vano, que ya habría hablado a su casa y sabido de su viaje a la estancia, estaría en un desierto negro, atormentado por infinitos gusanos hambrientos, devorando anónimamente cada una de mis vísceras.
   ¡Y hablaba con ese monstruo ridículo! ¿De qué podría hablar María con ese infecto personaje? ¿Y en qué lenguaje?
   ¿O sería yo el monstruo ridículo? ¿Y no se estarían riendo de mí en ese instante? ¿Y no sería yo el imbécil, el ridículo hombre del túnel y de los mensajes secretos?

Ernesto Sabato. El túnel (1948).

2 comentarios:

  1. Creo haber dicho con anterioridad que esta novela siempre va a ser especial para mí =) Se puede apreciar el cambio en Castel aquí ya estaba en plena transición hacía el odio. Sus pensamientos ya no veían tantas cosas buenas en Maria, ahora solo podían ver engaño, traición. Hasta pensaba que lo engañaba con ese hombre que bajaba con ella por la escalinata que resultaba ser su propio primo. El tormento de los celos lo envolvió de tal manera que lo llevó a cometer el peor acto que pudo haber cometido. La pintura, muy acertada. El que mira por la ventana bien pudiera ser Castel atormentándose mas y mas sin fundamento. Me gusta mucho. Besitos =)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es uno de los episodios favoritos de uno de mis libros favoritos. Con eso lo resumo todo. :)
      Se aprecia cómo el amor por María se derrumba y el odio y la necesidad de venganza crecen hasta exigirle la inapelable acción del asesinato.

      Un beso.

      Eliminar