Erte. La novia. |
La humanidad, renovando de generación en generación su
activa esperanza y su ansiosa fe en un ideal, al través de la dura experiencia
de los siglos, hacía pensar a Guyau en la obsesión de aquella pobre enajenada
cuya extraña y conmovedora locura consistía en creer llegado, constantemente,
el día de sus bodas. Juguete de su ensueño, ella ceñía cada mañana a su frente
pálida la corona de desposada y suspendía de su cabeza el velo nupcial. Con una
dulce sonrisa disponíase luego a recibir al prometido ilusorio, hasta que las
sombras de la tarde, tras el vano esperar, traían la decepción a su alma.
Entonces tomaba un melancólico tinte su locura. Pero su ingenua confianza
reaparecía con la aurora siguiente; y ya sin el recuerdo del desencanto pasado,
murmurando: Es hoy cuando vendrá,
volvía a ceñirse la corona y el velo y a sonreír en espera del prometido.
José Enrique Rodó. Ariel (1900).
Buena comparación se capta enseguida la idea que se quiere transmitir. un buen fragmento para aprender, como escritor/a a usar comparaciones adecuadas =P Preciosa la pintura, encaja a la perfección en el papel de la humanidad como novia enajenada. Me gustan los cambios que has hecho en el blog, ahora se ve mejor. Sobre todo me encanta que hayas puesto esa columna de autores, así es más fácil encontrar ideas para leer libros sabiendo qué autor quieres leer. Espero que no te canses nunca de colgar fragmentos porque sé que es un trabajo muy laborioso pero a los que nos gusta la lectura nos es de mucha utilidad. Gracias.
ResponderEliminarBesitos =)
No creo que las comparaciones adecuadas las maneje mal. Si a veces hago comparaciones disonantes, las hago con absoluta intención. :p
EliminarA mí también me gusta mucho esa pintura. En la medida de lo posible, procuraré no cansarme con los fragmentos.
Un beso.
Poderosa narrativa y preciosa novia, me diste qué investigar.
ResponderEliminarBesos
La imagen me gusta, aunque no hay garantía de que la novia a la que se refería Rodó luciera así. Al menos la podemos imaginar con esas características.
EliminarSaludos.
Hola... la esperanza (una de las virtudes teologales del cristianismo) es lo que nos libra del infierno...
ResponderEliminarMilton en "El paraíso perdido" caracteriza el infierno como un lugar de "llamas sin luz y tinieblas visibles", pero por sobre todo un lugar donde no existe la esperanza...
Dante en el primer circulo encuentra a las almas desesperanzadas...
Sin duda la falta de esperanza es vivir en un infierno... Abrazo
Cierto. Aunque también hay esperanzas que echan a perder la vida de los hombres. Saludos.
Eliminar