Ferdinand Georg Waldmüller. Baum am Bach (1831). |
Cuando se corta un árbol,
queda aún la esperanza de que retoñe
y de que jamás le falten renuevos.
Aunque ya esté vieja la raíz
y el tronco se esté pudriendo en el suelo,
al sentir la frescura del agua, reverdecerá;
echará ramas como una planta tierna.
En cambio, el hombre muere sin remedio;
y al morir, ¿a dónde va?
Libro de Job, 14.7-10, (siglos VII - IV a. C.).
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