Nikolái Roerich. Viajero de la ciudad resplandeciente (1933). |
¿Adónde vas, Gilgamesh? La vida que tú buscas nunca la
encontrarás. Cuando los dioses crearon a los humanos destinaron la muerte para
ellos, guardando la vida para sí mismos. Tú, Gilgamesh, llénate el vientre,
goza de día y de noche. Celebra cada día una alegre fiesta, danza y juega día y
noche. Ponte vestidos flamantes, lava tu cabeza y báñate. Atiende al niño que
te toma de la mano y alégrate. Deléitate abrazando a tu esposa. Pues este es el
destino del hombre.
Poema de Gilgamesh. Tablilla X, versión babilónica
antigua.
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