Konstantin Korovin. Estudio de un artista (1892-1894). |
Aunque todavía no te conocía, pensé en ti toda la noche.
Yo no tenía más de una docena de libros baratos y viejos. Los quería más que a
nada en el mundo y los leía una y otra vez. Traté de imaginar entonces al
hombre poseedor de tantos volúmenes, al hombre que había leído tanto, que sabía
tantos idiomas, que era rico e ilustrado. La idea de tantos libros me
despertaba una especie de etérea veneración hacia tu persona.
Stefan Zweig. Carta de una desconocida (1922).
Después de conversar contigo sobre la novela, con este nuevo fragmento quedo más intrigada. Espero poder leerla pronto.
ResponderEliminarSaludos.
Es un buen libro. Me ha resultado amena la lectura.
EliminarSaludos.
"Traté de imaginar entonces al hombre poseedor de tantos volúmenes, al hombre que había leído tanto, que sabía tantos idiomas, que era rico e ilustrado. La idea de tantos libros me despertaba una especie de etérea veneración hacia tu persona".
ResponderEliminarDescribe casi a la perfección lo que me pasa a mi =P Cuantas veces habré presumido yo de tener un hombre así en mi vida..
Un besito =)
La diferencia está en que esta mujer no intercambiaba palabra alguna con el hombre a quien veneraba. xD
EliminarUn beso.