jueves, 30 de mayo de 2013

Flaubert: la sencillez de Felicidad

Dante Gabriel Rossetti. Beata Beatrix (1864-1870).
   El cura empezó por resumir la historia sagrada. Felicidad creía estar viendo el paraíso, el Diluvio, la torre de Babel, las ciudades envueltas en llamas, pueblos que morían, ídolos derribados. Y de este deslumbramiento conservó el respeto al Altísimo y el temor a su cólera. Después lloró escuchando la Pasión. ¿Por qué le habían crucificado, a Él que amaba a los niños, alimentaba a las multitudes, curaba a los ciegos y había querido, por bondad, nacer en medio de los pobres, sobre el estiércol de un establo? En su vida se encontraban las sementeras, las cosechas, los lagares, todas esas cosas familiares de que habla el Evangelio; el paso de Dios las había santificado; y amó más tiernamente a los corderos por amor del Cordero, a las palomas por el Espíritu Santo.
(…)
   En cuanto a los dogmas, no entendía nada, ni siquiera intentó entender. El cura hablaba, los niños recitaban, Felicidad acababa por dormirse; y se despertaba de pronto, cuando los niños se iban repiqueteando con los zuecos sobre las losas.


Gustave Flaubert. Un corazón sencillo (1877).

2 comentarios:

  1. Me gusta la pintura, aunque no estaría entre mis preferidas. Parece mostrar en esa persona verdaderamente un corazón sencillo, inocente...

    Me gustaría saber más de Felicidad, me parece un personaje curioso.

    Un beso =)

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    1. El texto es relativamente corto. Seguramente podría agradarte, aunque tiene un matiz triste.

      Un beso. :)

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