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Henri Fantin-Latour. Una jarra de vino y un plato de fruta en un mantel blanco (1865). |
—Mirá, hasta que
vuelva ese idiota de Manú con el sombrero, lo que podemos hacer es jugar a las
preguntas-balanza.
—Dale —dijo
Talita—. Justamente ayer preparé unas cuantas, para que sepas.
—Muy bien. Yo empiezo
y cada uno hace una pregunta-balanza. La operación que consiste en depositar
sobre un cuerpo sólido una capa de metal disuelto en un líquido, valiéndose de
corrientes eléctricas, ¿no es una embarcación antigua, de vela latina, de unas
cien toneladas de porte?
—Sí que es —dijo Talita, echándose el pelo
hacia atrás—. Andar de aquí para allá, vagar, desviar el golpe de un arma,
perfumar con algalia, y ajustar el pago del diezmo de los frutos en verde, ¿no
equivale a cualquiera de los jugos vegetales destinados a la alimentación, como
el vino, aceite, etc.?
—Muy bueno —condescendió
Oliveira—. Los jugos vegetales, como el vino, aceite… Nunca se me había
ocurrido pensar en el vino como un jugo vegetal. Es espléndido. Pero escuchá
esto: Reverdecer, verdear el campo, enredarse el pelo, la lana, enzarzarse en
una riña o contienda, envenenar el agua con verbasco u otra sustancia análoga
para atontar a los peces y pescarlos, ¿no es el desenlace del poema dramático,
especialmente cuando es doloroso?
—Qué lindo —dijo
Talita, entusiasmada—. Es lindísimo, Horacio. Vos realmente le sacás el jugo al
cementerio.
—El jugo vegetal
—dijo Oliveira.
Julio Cortázar. Rayuela (1963).
Me gusta la pintura, sobre todo la jarra con "el jugo vegetal" =P Simple pero hermosa.
ResponderEliminarEs interesante esa especie de juego de preguntas-balanza, alguna vez probaremos a jugar.
Un beso =)
Creo que podría resultar divertido. Soy afecto a jugar con las palabras. :)
EliminarUn beso.