Sue Coe. Mono. |
Cuando vuelvo la vista hacia mi evolución y a su meta actual, ni me quejo ni estoy satisfecho. Con las manos en los bolsillos, la botella de vino sobre la mesa, estoy medio tumbado, medio sentado en la mecedora y miro por la ventana. Si viene visita, la recibo como es debido. Mi empresario está en la antesala; si llamo, viene y escucha lo que tengo que decir. Por la noche casi siempre hay representación, y tengo éxitos difíciles de superar. Cuando regreso tarde a casa de los banquetes, de sociedades científicas, de estar en agradable compañía, me espera una pequeña chimpancé medio amaestrada y me complazco con ella a la manera de los simios. Durante el día no quiero verla; tiene en la mirada el extravío del animal amaestrado y confundido; solo yo lo advierto y no puedo soportarlo.
Franz Kafka. Informe para una academia (1917).
Lo advierte porque es su espejo. Tal así es él y se niega a reconocerlo.
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Cierto. Viendo a esa chimpancé él recuerda a qué grupo pertenece realmente y se siente desarraigado.
EliminarSaludos.
Interesante extracto, no conozco otro trabajo de Kafka más que la metamorfosis. Lo buscaré para saber todo el contexto que encierra.
ResponderEliminarSaludos.
Tal vez te guste. Es un relato que puede ser calificado como breve. En general, me gustan los cuentos cortos de Kafka.
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