Franklin Carmichael. El lago espejo (1929). |
En los libros herméticos está escrito que lo que hay abajo es igual a lo que hay arriba, y lo que hay arriba, igual a lo que hay abajo; en el Zohar, que el mundo inferior es reflejo del superior. Los histriones fundaron su doctrina sobre una perversión de esa idea. Invocaron a Mateo 6:12 ("perdónanos nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores") y 11:12 ("el reino de los cielos padece fuerza") para demostrar que la Tierra influye en el cielo, y a I Corintios 13:12 ("vemos ahora por espejo, en oscuridad") para demostrar que todo lo que vemos es falso. Quizá contaminados por los monótonos, imaginaron que todo hombre es dos hombres y que el verdadero es el otro, el que está en el cielo. También imaginaron que nuestros actos proyectan en reflejo invertido, de suerte que si velamos, el otro duerme; si fornicamos, el otro es casto; si robamos, el otro es generoso. Muertos, nos uniremos a él y seremos él.
Jorge Luis Borges. Los teólogos (1949).
Me ha resultado muy interesante este escrito, me da ganas de investigar más sobre los herméticos.
ResponderEliminarY el cuadro es maravilloso, tampoco lo conocía.
Un beso cálido.
A mí me gustaría tener ejemplares de todos esos textos teológicos.
EliminarSaludos.
Un beso cálido para ti
Eliminar