Henri Matisse. Naturaleza muerta con libros y vela (1890). |
BARRILDO
Después que vemos tanto libro impreso,
no hay nadie que de sabio no presuma.
LEONELO
Antes que ignoran más siento por eso,
por no se reducir a breve suma;
porque la confusión, con el exceso,
los intentos resuelve en vana espuma;
y aquel que de leer tiene más uso,
de ver letreros sólo está confuso.
No niego yo que de imprimir el arte
mil ingenios sacó de entre la jerga,
y que parece que en sagrada parte
sus obras guarda y contra el tiempo alberga;
éste las distribuye y las reparte.
Débese esta invención a Gutemberga,
un famoso tudesco de Maguncia,
en quien la fama su valor renuncia.
Mas muchos que opinión tuvieron grave
por imprimir sus obras la perdieron;
tras esto, con el nombre del que sabe
muchos sus ignorancias imprimieron.
Otros, en quien la baja envidia cabe,
sus locos desatinos escribieron,
y con nombre de aquél que aborrecían
impresos por el mundo los envían.
BARRILDO
No soy de esa opinión.
LEONELO
El ignorante
es justo que se vengue del letrado.
BARRILDO
Leonelo, la impresión es importante.
LEONELO
Sin ella muchos siglos se han pasado,
y no vemos que en éste se levante
un Jerónimo santo, un Agustino.
BARRILDO
Dejadlo y asentaos, que estáis mohino.
Lope de Vega. Fuenteovejuna (1618).
Siempre ha costado aceptar la evolución:)
ResponderEliminarAbrazos
Sí. Con frecuencia somos reacios a las novedades.
EliminarSaludos.