Adriaen van Ostade. The Merry Drinkers (1659). |
Los domingos en la mañana, después del desayuno, hay
misa. El capellán del colegio es un cura rubio y jovial que pronuncia sermones
patrióticos donde cuenta la vida intachable de los próceres, su amor a Dios y
al Perú, y exalta la disciplina y el orden, y compara a los militares con los
misioneros, a los héroes con los mártires, a la Iglesia con el Ejército. Los
cadetes estiman al capellán porque piensan que es un hombre de verdad: lo han
visto, muchas veces, vestido de civil, merodeando por los bajos fondos del
Callao, con aliento a alcohol y ojos viciosos.
Mario Vargas Llosa. La ciudad y los perros (1962).
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