lunes, 7 de marzo de 2016

Dostoyevski: lo que se exige de la gente

Adriaen Brouwer. Peasants Quarrelling in an Interior (1630).
Oh, a nosotros nos complace vivir entre nuestros semejantes y comunicarles y comunicarles en seguida todos nuestros pensamientos, hasta las ideas más infernales y peligrosas; nos complace explicarnos con la gente, y, sin que se sepa por qué motivo, exigimos en seguida, al instante, que esa gente nos responda con una simpatía absoluta, se interese por nuestras preocupaciones e inquietudes, nos diga a todo que sí y no ponga obstáculos a nuestras inclinaciones. De lo contrario nos encolerizamos y ponemos patas arriba la taberna entera.


Fiódor Dostoyevski. Los hermanos Karamázov, libro duodécimo (1880).

martes, 1 de marzo de 2016

Dostoyevski: jóvenes suicidas

Henry Wallis. The Death of Chatterton (1856).
Observen, señores, observen cuántos jóvenes se suicidan en nuestro país: oh, sin que se pregunten en lo más mínimo, como Hamlet: “¿Qué habrá, allá?”, sin sombra siquiera de tales problemas, como si el capítulo sobre nuestra alma y sobre cuanto nos espera más allá de la tumba estuviera liquidado hace tiempo de su naturaleza, enterrado y cubierto de arena.


Fiódor Dostoyevski. Los hermanos Karamázov, libro duodécimo (1880).