martes, 30 de junio de 2015

Dostoyevski: el regocijo en lo absurdo

Jacob Jordaens. King Drinks (1640).
Mitia saludaba y se abrazaba con los conocidos, rememoraba fisonomías, descorchaba botellas y servía champán a todo el mundo, sin mirar a quién. Con el champán solo se engolosinaban las mozas; los mujiks, en cambio, preferían el ron y el coñac, y, sobre todo, el ponche caliente. (...) En una palabra, empezó algo desordenado y absurdo, pero Mitia parecía encontrarse en su elemento natural, y cuanto más absurdo se volvía todo, más animado se sentía él.

Fiódor Dostoyevski. Los hermanos Karamázov, libro octavo (1880).

viernes, 26 de junio de 2015

Dostoyevski: de lo que es capaz un hombre enamorado

Zinaida Serebriakova. Retrato de Olga Konstantinovna Lancere (1910).
Si un hombre se enamora de alguna hermosa, de un cuerpo de mujer o hasta solo de una parte del cuerpo de la mujer (un lujurioso me comprendería), es capaz de dar por ella sus propios hijos, de vender a padre y madre, a Rusia y a la patria; aun siendo honrado, robará; aun siendo un hombre manso, degollará; aun siendo fiel, traicionará.


Fiódor Dostoyevski. Los hermanos Karamázov, libro segundo (1880).

lunes, 22 de junio de 2015

Dostoyevski: el sucio callejón

Andrei Ryabushkin. La taberna (1891).
(...) pero el destino se cumplirá, el digno permanecerá en su sitio mientras que el indigno se hundirá en el callejón para toda la vida, en su sucio callejón, en su callejón preferido, que es el que le corresponde, y allí, en la porquería y el hedor, se perderá voluntariamente y con placer. Alguna mentira digo, las palabras se me han desgastado, las suelto como al azar, pero las cosas serán tal como las he señalado. Yo me hundiré en el callejón, mientras que ella se casará con Iván.

Fiódor Dostoyevski. Los hermanos Karamázov, libro tercero (1880).

jueves, 18 de junio de 2015

Borges: el destino de los gobiernos

José Gutiérrez Solana. Los payasos (1920).
   —¿Qué sucedió con los gobiernos?
   —Según la tradición fueron cayendo gradualmente en desuso. Llamaban a elecciones, declaraban guerras, imponían tarifas, confiscaban fortunas, ordenaban arrestos y pretendían imponer la censura y nadie en el planeta los acataba. La prensa dejó de publicar sus colaboraciones y sus efigies. Los políticos tuvieron que buscar oficios honestos; algunos fueron buenos cómicos o buenos curanderos. La realidad sin duda habrá sido más compleja que este resumen.

Jorge Luis Borges. Utopía de un hombre que está cansado (1975).

miércoles, 17 de junio de 2015

Emil Cioran: amores análogos

Iván Aivazovski. Noche de luna (1885).
Al igual que amas los libros que te hacen llorar, las sonatas que te han cortado el aliento, los perfumes que te insinúan renunciamientos, a las mujeres extraviadas entre el cuerpo y el alma, así sucede con los mares: te enamoras de aquellos cuyo oleaje induce a ahogarse en su seno.


Emil Cioran. El breviario de los vencidos (1991).

sábado, 13 de junio de 2015

Apócrifo de Juan: la creación del hombre

William Blake. Elohim creando a Adán (1795).
Entonces arrastraron a Adán hacia la sombra de la muerte a fin de modelarlo otra vez con [aquella mezcla de] tierra, agua y fuego y con el espíritu que procede de la materia —que es la ignorancia de la oscuridad y del deseo— y con su espíritu contrahecho.

Libro secreto de Juan o Evangelio apócrifo de Juan. Manuscritos de Nag Hammadi II (c. siglo II).

miércoles, 10 de junio de 2015

Apócrifo de Juan: el Dios supremo de los gnósticos

Leon Spilliaert. Moonlight and light (1909).
   La monada es una monarquía sobre la cual no hay nada. Es el verdadero [Dios] y Padre del todo, [el espíritu invisible] que está por encima [del todo], el que existe en la incorruptibilidad, el que se halla en una pura luz que ninguna [mirada] puede sostener. Puesto que es el [espíritu] invisible, no conviene [pensarlo] como un dios o algo parecido, pues es más que un dios, ya que nadie hay por encima de él, ni nadie lo domina.
   Pues nada existe antes de él, ni él tiene necesidad de otras cosas. No necesita vida, pues es eterno. No tiene necesidad de nada, porque ya es imperfectible, de modo que no tiene ninguna carencia que lo haga perfectible, antes bien en todo momento es una realidad perfecta y luminosa.
   Es [indefinible], porque nadie lo [precede] para poderlo definir. Es inescrutable, porque nadie lo precede para [poderlo escrutar]. Es inconmensurable, porque nadie [lo precede para poderlo medir]. Es [invisble, porque] nadie lo ha visto jamás. [Es un eterno que existe eternamente]. Es [inexpresable], porque nadie lo abarca para poderlo expresar. Es innominable, porque [nadie lo precede] para poderlo nombrar.
   [Es luz inconmensurable], simple, santa y [pura]. [Es absolutamente inexpresable], (no) por el hecho de poseer incorruptibilidad, [perfección], felicidad y divinidad, sino porque sobrepasa todos estos (atributos). No es corpóreo ni incorpóreo, ni grande ni pequeño. Acerca de él no se puede expresar ni la cantidad ni [la cualidad], pues nadie puede [comprenderlo]. No es nada de lo que [existe, sino absolutamente superior, y aun no simplemente superior], sino que su ser no participa de los eones ni del tiempo. Pues el que participa [del eón] ha sido hecho anteriormente.
   No ha sido determinado por el tiempo, ya que nada puede recibir de otro que sea determinante.
   Efectivamente, [lo que se recibe es] un préstamo; ahora bien, el que existe antes que todo [no tiene necesidad alguna] que pueda ser satisfecha, pues este se contempla en su propia luz. Él es una grandeza, una grandeza sin medida. Es un eón principio de eón, una vida que da [vida], una felicidad que da felicidad, un conocimiento que da conocimiento, un bien que da bien, una misericordia que da misericordia y salvación, una gracia que da gracia, y no porque posee todo esto, sino porque da [una misericordia] inconmensurable e incorruptible. ¿Cómo te podría hablar de él?


Libro secreto de Juan o Evangelio apócrifo de Juan. Manuscritos de Nag Hammadi II (c. siglo II).

jueves, 4 de junio de 2015

Dostoyevski: ansias de vivir

Mijaíl Nésterov. Elegía. Músico ciego (1928).
Hay ansias de vivir, y yo vivo, aun a despecho de la lógica. No importa que no crea en el orden de las cosas, pero me son caros los pegajosos brotes de los árboles que se abren en primavera, me gusta el cielo azul, me gustan ciertas personas a veces, ¿lo creerás?, sin saber a qué se debe mi afecto; me gusta el heroísmo humano, en el que, quizá, he dejado de creer hace tiempo, pero al que sigo honrando de corazón, por la fuerza de la costumbre.


Fiódor Dostoyevski. Los hermanos Karamázov, libro quinto (1880).

lunes, 1 de junio de 2015

Emil Cioran: la noche

Iván Aivazovski. Noche.
Debo mis esperanzas a las noches. Sobre las alas de la oscuridad, fuera del espacio, solo entre la materia y el sueño, elevo los aromas de la decepción a fragancias de felicidad. Nada me parece imposible en la noche, ese posible sin tiempo. Todo es más que posible, pero el futuro no está. Las ideas devienen pájaros de pensamiento y ¿adónde vuelan? A una trémula eternidad, como un éter roído por las reflexiones.


Emil Cioran. El breviario de los vencidos (1991).