martes, 22 de enero de 2013

Cortázar: la experiencia

Edward Hopper. Hotel by a railroad (1952).
   Hubiera sido tan fácil organizar un esquema coherente, un orden de pensamiento y de vida, una armonía. Bastaba la hipocresía de siempre, elevar el pasado al valor de experiencia, sacar partido de las arrugas de la cara, del aire vivido que hay en las sonrisas o los silencios de más de cuarenta años. Después uno se ponía un traje azul, se peinaba las sienes plateadas y entraba en las exposiciones de pintura, en la Sade y en el Richmond, reconciliado con el mundo. Un escepticismo discreto, un aire de estar de vuelta, un ingreso cadencioso en la madurez, en el matrimonio, en el sermón paterno a la hora del asado o de la libreta de clasificaciones insatisfactoria. Te lo digo porque yo he vivido mucho. Yo que he viajado. Cuando yo era muchacho. Te hablo por experiencia m'hijo. Vos todavía no conocés la vida.

Julio Cortázar. Rayuela (1963).

2 comentarios:

  1. "Bastaba la hipocresía de siempre, elevar el pasado al valor de experiencia, sacar partido de las arrugas de la cara, del aire vivido que hay en las sonrisas o los silencios de más de cuarenta años". Me gusta esa frase, parece un personaje que se cree de vuelta de todo. ¿La experiencia la da los años o las vivencias? Tal vez sea un conjunto de todo. A mí me encanta sentarme a escuchar a las personas mayores, pero solo a las que han vivido muchas cosas, las que tienen mucho que enseñarte.

    La pintura me gusta mucho, es muy adecuada para el fragmento =P


    Un beso =)

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    1. El fragmento es parte del pensamiento irónico de Oliveira, en realidad él parece rechazar el valor de la experiencia con los años.
      De todas maneras a mí también me gusta oír a las personas mayores, sobre todo cuando tocan temas de mi interés.

      Un beso.

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