lunes, 29 de octubre de 2012

Cervantes: requiebros inentendibles

Gustave Doré. Ilustración de Don Quijote (1863).
(...) y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas hanegas de tierra de sembradura, para comprar libros de caballerías en que leer; y así llevó a su casa todos cuantos pudo haber dellos; y de todos ningunos le parecían tan bien como los que compuso el famoso Feliciano de Silva: porque la claridad de su prosa, y aquellas intrincadas razones suyas, le parecían de perlas; y más cuando llegaba a leer aquellos requiebros y cartas de desafío, donde en muchas partes hallaba escrito: la razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura, y también cuando leía: los altos cielos que de vuestra divinidad divinamente con las estrellas se fortifican, y os hacen merecedora del merecimiento que merece la vuestra grandeza. Con estas y semejantes razones perdía el pobre caballero el juicio, y desvelábase por entenderlas, y desentrañarles el sentido, que no se lo sacara, ni las entendiera el mismo Aristóteles, si resucitara para sólo ello.

Miguel de Cervantes. El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1605).

2 comentarios:

  1. Miguel de Cervantes... Muy interesante el fragmento, muy bien elegido, como siempre despierta el interés. Leer estas palabras de este escritor me recuerda que tenemos pendiente leer El Quijote entre los dos, pero eso será en otro tiempo =)
    La imagen me parece perfecta, ese caballero rodeado de su mundo fantasioso producto de su imaginación.

    Un beso =)

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    1. La imagen es parte de una serie de ilustraciones que Gustave Doré hizo para ilustrar una edición del Quijote en inglés.
      También espero la lectura conjunta. :)

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