martes, 22 de mayo de 2012

Sabato y la proximidad de la muerte



   Hay días en que me invade la tristeza de morir y, como si pudiera ser la muerte la engañada, me atrinchero en mi estudio y me pongo a pintar con frenesí, confiado en que ella no me arrebatará la vida mientras haya una obra sin terminar entre mis manos. Como si la muerte pudiese entender mis razones, y yo hacer de Penélope para detenerla.
   Cuando la gente me para por las calles para darme un beso, para abrazarme, o cuando voy a algún acto, como en la Feria del Libro, donde una multitud durante horas me está esperando y me colma con su afecto, una invencible sensación de despedida me nubla el alma.

Ernesto Sábato. La resistencia (2000).

4 comentarios:

  1. Debe ser triste sentir que irremediablemente la muerte viene a buscarte. Aunque, por otra parte, morir porque te vence la edad tampoco creo que esté tan mal. Eso significaría que has vivido, tal vez, demasiado. Que quizás te haya dado tiempo a hacer todo lo que anhelas o gran parte de ello. Lo que sí sé es que esa sensación de mantenerse ocupado para sentirnos vivos nos invade a muchos, independientemente de la edad que se tenga. Sábato quería seguir pintando o escribiendo para sentir que la muerte todavía no podía llegarle y aún así era consciente que podía llegar en cualquier momento. Tal vez los últimos años los vivió como si en cualquier momento todo pudiese terminar, de ahí que experimentase esa sensación de despedida en cada acto en el que participara. Claro que también hay que tener en cuenta que cuando escribió esto ya rondaba los noventa :)

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  2. Sí. Ya era un anciano consumado cuando escribió esas líneas, pero no dejaba de sentir esa pena. A pesar de vivir largos años, es difícil aceptar la muerte contentándonos con que "hemos vivido mucho". Yo creo que nunca estaría preparado para ese momento. Para mí, y solamente para mi caso personal, la peor de las vidas siempre será mejor que la inexistencia, atroz e irreversible.

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  3. Supongo que sentir esa pena es inevitable, ni siquiera soy capaz de imaginar como se sentirá sabiendo, siendo consciente, que de un momento a otro puede llegar el día de tu muerte. Por su puesto que en mi mente la idea de morir me resulta atroz, solo digo que si tuviese que elegir prefiero morir porque me vence la edad a morir de forma repentina por una enfermedad o un accidente. Morir de forma repentina me parece la peor forma de morir, no solo porque termina todo sino también por las cosas que te han quedado sin hacer. Aunque se muera muy anciano/a siempre quedarán cosas por hacer, pero supongo que con cien años te habrá dado tiempo de hacer más cosas que con veinte. De todas formas el ser humano nunca está preparado para la muerte. En cierto sentido, me gusta que pienses así porque eso significa que por muy mal que se te presente la vida lucharás para seguir viviéndola y eso me tranquiliza :)

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  4. Me gusta la contemplación y para ello necesito a la vida de mi lado. xD

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