jueves, 2 de febrero de 2012

Sabato: Castel y los gritos anónimos

Adaptación cinematográfica de El túnel (1987).
Me callé un momento y pensé, tratando de ver claro. Después agregué:
—Podría decirse que toda mi obra anterior es más superficial.
—¿Qué obra anterior?
—La anterior a la ventana.
Me concentré nuevamente y luego dije:
—No, no es eso exactamente, no es eso. No es que fuera más superficial.
¿Qué era, verdaderamente? Nunca, hasta ese momento, me había puesto a pensar en este problema; ahora me daba cuenta hasta qué punto había pintado la escena de la ventana como un sonámbulo.
—No, no es que fuera más superficial —agregué, como hablando para mí mismo—. No sé, todo esto tiene algo que ver con la humanidad en general, ¿comprende? Recuerdo que días antes de pintarla había leído que en un campo de concentración alguien pidió de comer y lo obligaron a comerse una rata viva. A veces creo que nada tiene sentido. En un planeta minúsculo que corre hacia la nada desde millones de años, nacemos en medio de dolores, crecemos, luchamos, nos enfermamos, sufrimos, hacemos sufrir, gritamos, morimos, mueren y otros están naciendo para volver a empezar la comedia inútil.
¿Sería eso, verdaderamente? Me quedé reflexionando en esa idea de falta de sentido. ¿Toda nuestra vida sería una serie de gritos anónimos en un desierto de astros indiferentes?

Ernesto Sabato. El túnel (1948).

4 comentarios:

  1. La vida es una serie de gritos anónimos en un desierto de astros indiferentes para aquellos que no toman decisiones, riesgos. Que no se hunden en el pozo, que tienen miedo.

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  2. Lo es, en efecto. Pero también la vida es una serie de gritos anónimos (...), y en no pocas ocasiones, para quienes toman decisiones y se arriesgan, pues el mero hecho de tomarlas no implica el aseguramiento del éxito. Con esto no justifico el no tomar decisiones, sólo hago notar que el asunto es más complicado de lo que parece.

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  3. Esta novela siempre va a ser especial para mi. Me la leíste y después la vimos juntos. Me gustó mucho, aunque a veces le tengo cierta manía porque hay quien se empeña en imitar demasiado al paranoico de Juan Pablo Castell =P. Dicen que del amor al odio hay solo un paso. Castell se tomó al pie de la letra ese dicho pues pasó de amar intensamente a matar a su amada.

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    1. Huelga decir que es una de mis novelas favoritas, y este texto es uno de mis favoritos dentro de la novela. Con respecto a la película, es la adaptación que más me gustó, de las pocas que existen de El túnel. :)

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